En el rio Guaire habitan unas singulares aves de las cuales
debemos aprender, ellas apaciguadamente rondan y/o habitan en las riveras de
este corto pero famoso río caraqueño, que se alimenta de otros ríos como lo son
el San Pedro, el Valle y el Macarao. Tiene una superficie de más de 70 Km que
recorren toda la ciudad, esa ciudad que una vez fue llamada “la de los techos rojos” y también “la sucursal del cielo”. Hoy en día el Guaire
está muy contaminado, pues lamentablemente en la actualidad constituye el
principal desagüe de las aguas residuales de todos los habitantes de esta urbe
capitalina. El Guaire no siempre presentó esta precaria situación, pues para los
siglos XVIII y XIX, este era el principal afluente de agua potable para todos
los habitantes.
Pese a los esfuerzos gubernamentales, su recuperación y
saneamiento se ha quedado en promesas incumplidas, sin dejar a un lado la falta
de conciencia ambiental de nosotras y nosotros como ciudadanas y ciudadanos que
vivimos en Caracas o que simplemente la visitamos.
Hablar del Guaire no solo es hablar de lo que un día fue y
no será, es hablar de esas aves hermosas y elegantes que son la razón de ser de
este artículo, pues ellas hacen vida aquí a pesar de la inmundicia que hoy en
día existe en este particular afluente de aguas servidas (por la intervención
del ser humano), a pesar de que ya no solo lo hemos convertido en un rio
contaminado sino en una quebrada cual depósito de basura, donde los olores no
son nada agradables y en ocasiones, producto de las lluvias tormentosas,
amenaza la seguridad de los que habitamos esta singular ciudad; pero a pesar de
todas esas adversidades ahí están las garzas del Guaire, siempre limpias,
siempre regias, siempre elegantes, siempre libres, buscando su sustento sin
dañar a nadie y con un espíritu colaborativo ayudando a sus semejantes (otras
garzas), sin importar el color de su plumaje, parecieran entender que en el
Guaire caben todas; y supongo que igual sienten el grado de contaminación que
tristemente tiene, perciben los desagradables olores del río y hasta presentirán
cuando el caudal aumenta y hay que salir volando para que la crecida no se las
lleve aguas abajo, pero ellas parecieran superar todas esas dificultades sin
perder su particular belleza.
Aprendamos de ellas y entendamos que este mundo está tan
contaminado como el Guaire pero todas y todos estamos llamados a superar los problemas,
las complicaciones, las maldades, nos corresponde taparnos la nariz y seguir
adelante y si no estamos seguro del lugar, si ya no nos gusta o nos sentimos en
peligro, volemos, seamos libres, sin ataduras, sin prejuicios y nunca, nunca,
nunca dejemos de ser quien somos y defender lo que es nuestro por derecho y por
naturaleza, pero sin hacerle mal a nadie, ayudando al que más lo necesita y tratando
en lo posible de no contaminarlo más, de seguro el Guaire nos lo agradecerá.
Prof. Jean Carlos Dubén
Se reserva el derecho de autor.
27-03-2019
interesante y bonita analogía.
ResponderBorrarGracias por tu comentario.
ResponderBorrarexcelente articulo para reflexionar
ResponderBorrarGracias por visitar el Blog y por sus comentarios.
BorrarGracias profe. Esta bien bonito el mensaje que nos deja la lectura y es precisamente lo que todos debemos reflexionar en estos tiempos de difícil situación en la que todos por igual padecemos sin distinción de ningún tipo. Es tiempo de actuar, buscar la solución en conjunto y no quedarnos en las quejas, en que nos solucionen o lleguen las cosas por sí solas.
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BorrarAna Ramos escribió el mensaje anterior. Gracias!!!
ResponderBorrarGracias por visitar el Blog y por sus comentarios.
BorrarEXCELENTE MORALEJA
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BorrarProf Excelente lectura y mucho que debemos aprender nosotros los venezolanos
ResponderBorrarGracias por visitar el Blog y por sus comentarios.
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