La articulación política en la función supervisora, por la Profesora Yudelkis Rengifo.

Profa. Yudelkis Margarita Rengifo Blanco

Maestra de la Patria-Matria

Supervisora del Circuito Educativo Fuerte Tiuna

Participante del PNFAE en Dirección y Supervisión en el

Circuito Educativo Fuerte Tiuna

Correo Electrónico: rengifoyudelkis@gmail.com

La educación es el instrumento mediante el cual se crean las bases y los principios de los sistemas que rigen las naciones.  En el caso de la República Bolivariana de Venezuela, nos hemos propuesto transformar el sistema imperante en un sistema de gobierno y Estado social de participación, equidad y justicia social.

Ya desde hace cuatro (04)  años la ordenación de la gestión educativa en el país se ha hecho a través de la creación y consolidación de los Circuitos Educativos, los cuales son unidades territoriales básicas de organización y supervisión educativa. Esto permite una mejor y mayor atención a los planteles educativos que son el núcleo de esa organización y el conjunto de estos conforma el circuito.

Pero esto no es suficiente sino se hacen las articulaciones necesarias con todas las formas de organización presentes y actuantes en el territorio.  Esta articulación es uno de los fines fundamentales de la creación de los circuitos educativos con el propósito de garantizar la calidad educativa de nuestras niñas, niños, jóvenes, adultas y adultos.

La supervisora y el supervisor educativo tienen entre sus funciones la articulación de los planteles y las formas de organización comunitaria así como servir de enlace entre ellas. En la práctica es la impulsadora e impulsor de una construcción de red de redes que hagan posible la materialización de las formas de relación comunitaria con criterios de participación protagónica en la toma de decisiones.

Esta práctica ha de ser constante, precisa, sin olvidar su rol de mensajero y a veces de mensaje de los planteles educativos que pertenecen a su circuito de adscripción.  En esta tarea nunca debe estar sola o solo, debe hacerse acompañar de las lideresas y líderes tanto de los planteles como de las organizaciones comunitarias.

Esta función articuladora debe ser desde una postura ideológica clara entorno a los criterios necesarios para construir la comuna –unidad básica de la práctica socialista- toparquía la llamó el maestro Rodríguez, el tejido visto desde el tejido, la construcción social en lo pequeño.

Este ejercicio concienzudo del liderazgo articulador por parte de la supervisora y/o el supervisor de un circuito va a ayudar a sembrar los criterios culturales para la creación de la conciencia de la comuna, el amor al territorio, el conocimiento de su realidad y potencialidades para alimentar desde ahí ciudadanas y ciudadanos que verifiquen en su realidad que es la construcción del socialismo, cómo se práctica la democracia protagónica y participativa.

Es menester que la supervisora y el supervisor sienta, conozca, experimente la realidad del territorio que le toca acompañar; aunado a esto en un altísimo porcentaje las reuniones de las organizaciones políticas de las comunidades se hacer en las tardes noches y durante los fines de semana; esto no es compatible con el horario escolar pautado por nuestro sistema.

Por estos elementos es imprescindible que la y/o el supervisor vivan en el territorio al cual pertenece el circuito educativo y no sólo cumpla sus funciones a dedicación exclusiva sino que sea una miembra o miembro de dicha comunidad, una lideresa, un líder; para ser reconocido como tal debe ser compañera y compañero de lucha de otras y otros que creen y construyen el proyecto de Chávez en el territorio, para esto debe hacerse una realidad profunda: “Toda la Patria una Escuela”.