Radio Dubén Stereo.

lunes, 25 de marzo de 2019

¿Cómo la transculturación musical ha incidido negativamente en la educación?, según la Profesora Belkis Arcia.


Profesora Belkis Arcia
Directora del CEINS Sueños de Hugo Chávez
Magister en Gerencia Educacional.
Especialista en Dinámica de Grupo.
Participante de la Especialización en Dirección y Supervisión Educativa
En el Circuito Educativo Fuerte Tiuna.
La transculturación es el proceso por el cual una cultura adopta rasgos de otra hasta culminar en una aculturación. En la transición del siglo XX al Globalizado y multipolar siglo XXI, han sucedido muchos cambios, signados por innovaciones y transformaciones en el estilo de vida. ¿Tiene sentido seguir hablando de procesos transculturales en este mundo tan globalizado? Sin duda alguna considero que sí, la influencia extranjera ha penetrado significativamente todos los ámbitos de nuestra cultura, llamando poderosamente la atención el efecto de ésta en la trasformación de la sociedad actual; convirtiéndose así en un factor clave de dominación que hoy día estamos expuestos si no se entiende la transculturación como el proceso de intercambio y recíprocas influencias que se producen entre diferentes entramados culturales de diversas sociedades. Importante resaltar que la cultura venezolana es el producto de la transculturación, ya que es la mezcla de 3 culturas (indígena, africana y española), razón por la cual esta es muy autóctona.
En lo que se refiere al campo musical, Aristóteles decía “la música imita directamente las pasiones o estados del alma”, a esta se le ha atribuido gran importancia en lo social e histórico, es el alma de los pueblos, sus ritmos, compases y cadencias representan el sentir y simbolizan el orgullo nacional de regiones y/o países, el hecho que Venezuela sea un país donde confluyen variedad de razas y geografías permite que existan diversidad de ritmos, sabores y sonidos concediendo al individuo la identificación como venezolano,  sin embargo Kauffman (1972) expresa que “toda música, de una manera u otra es producto de la aculturación”; es decir, que la transculturación musical es sinónimo de universalización de los géneros musicales en época de globalización cultural. Es por ello, que la música es uno de los primeros elementos para la formación cultural, donde esta puede ser de gran influencia en la conducta y emociones que reflejan los seres humanos. 
En tal sentido, se evidencia cómo ha evolucionado la música a través de los tiempos y las situaciones, ha sido usada por filósofos para influir en la decisiones y carácter de su público, por la iglesia para elevar sus plagarías al cielo, en la guerra los temas se vinculaban a la angustia y dolor, en la medicina como complemento de los tratamientos, demostrando que siempre ha tenido gran importancia en la vida del ser humano.
La música es para todo tipo de persona sin importar la edad, el sexo ni la posición económica porque se trata de un medio de expresión, es por ello que las variedades musicales a nivel mundial se han popularizado y han influenciado a cada una de la generaciones, recayendo generalmente en los niños, las niñas y jóvenes quienes reciben una avalancha de ritmos y géneros musicales de otros países, trayendo como consecuencia la perdida de los valores y la transformación de las sociedades, ya que ahora lo que importa es el status, la competencia, el ocio y el poder económico.
Por otro lado, la aparición de géneros musicales como el reggaetón entre otros, ha generado la implantación de valores y conductas inadecuadas en los adolescentes que buscan probablemente satisfacer la necesidad de tener movimientos sexuales al momento de bailar con su pareja. Se cree que este ritmo produce emociones que no pasan en la vida cotidiana de quien baila o lo escucha, puede reafirmar la personalidad y busca tener seguridad, confianza y autoestima. Es así que estos sentimientos los jóvenes los encuentra en las letras de estas canciones o se identifican con los cantantes de estos grupos. El influjo de los medios de comunicación como instrumento de expansión de géneros musicales de alto contenido sexual, movimientos lascivos y sensuales, que hablan de drogas, menosprecian a la mujer a tal punto que es presentada como objeto sexual son los que están formando la personalidad de estos muchachos y muchachas, fundamentada en la forma de vestir, de hablar, sus gustos musicales y de posesión de objetos materiales que coinciden con sus amigos. De tal manera, que forman grupos que tiene en común los elementos antes descritos y a partir de allí va a depender como se definiera su conducta, valores, actitudes y accionar. Es decir, que se han apropiado del sistema impuesto por el cantante como moda y su estilo de vida, la cual llevan a las instituciones educativas.
Vemos con preocupación, como cada día cobra más espacio estos géneros musicales y son legitimados por los medios de comunicación como norma social, demostrando que son estos quienes determinan qué es lo que se debe hacer. En ocasiones se escucha este género no solo son porque les gusta sino en realidad lo hacen porque son estereotipos impuestos por la sociedad de consumo, que trasmite grandes informaciones a los jóvenes, que son un blanco fácil para trasformar su cultura y están inmerso en un entorno sociocultural especifico, es posible trasmitir no sola las características de una determinada comunidad, cultura y contexto histórico, sino también las diferentes ideologías dominantes en dicha comunidad.
Hoy en día nuestras escuelas no han quedado de lado en la instauración de instrumentos poderosos y veloces en el proceso comunicativo siendo bombardeadas por la televisión, teléfono e internet para mantenerse en continua comunicación con los distintos sucesos sociales, políticos, culturales y económicos en escala nacional como internacional. Esta avasallante arremetida no ha dado tiempo de reaccionar para adecuarlo y adecuarnos, quedando a merced y bajo la influencia de estos medios para incidir en la forma de actuar o de pensar de esta comunidad educativa, ya que existe una tendencia en estos medios de ser sensacionalista restando espacio a la noticias de carácter educativo y dándole mayor prioridad a la publicidad de cantantes y ritmos viciados de pornografías y lujuria sin importar las consecuencias ni a quienes va dirigido estos mensajes. Se ha hecho difícil detener desde las instituciones educativas la expansión de focos de adquisición de costumbres, hábitos y valores que no son propios de nuestra cultura, como es la propagación del género musical reggaetón, teniendo un gran impacto negativo sobre la población estudiantil, ya que tiene un poder persuasivo muy grande y es seguidos por los estudiantes trasmutando su ingenuidad y candidez a bailes de tipo sensual y lujurioso.  Queda en nuestras manos, docentes madres, padres, y familias el resguardar nuestros valores morales, saberes y tradiciones para frenar la pérdida de la inocencia de nuestras niñas y niños. Para cerrar, la música tiene un gran efecto en nuestras vidas y en la sociedad, es manipulable y produce diferentes consecuencias en cada uno, sin embargo, depende de cada quien si se deja influenciar por las letras o no. “No seré yo quien defienda lo indefendible”

2 comentarios:

  1. estoy de acuerdo con este articulo ya música es uno de los principales elementos para la formación cultural, y tiene gran influencia en la conductas y emociones que reflejan los seres humanos. Es un instrumento de aprendizaje, por tanto lo que escuchan nuestros hijos debe preocuparnos. Norelis Guzmán

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  2. Si profesora Belkis, los padres, docentes y sociedad tenemos un arduo trabajo, debemos fortalecer en los estudiantes la identidad, el sentido de pertenencia y como usted lo plantea, los valores, esenciales para la vida.

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