Un terremoto puede durar desde unos
pocos segundos hasta algo más de un minuto. Si es grande primero notará una
perturbación moderada, las ondas P, pero luego el suelo vibrará violentamente y
posiblemente perderá el equilibrio. Es también probable que no pueda moverse:
numerosos objetos que caen, las ventanas y puertas que se abren y cierran
violentamente o su propio miedo pueden impedirle avanzar.
Independientemente de donde se
encuentre, procure mantener la calma y no se deje dominar por el miedo. Con
toda probabilidad su primera reacción será de sorpresa o de confusión. A
continuación se dará cuenta que se trata de un terremoto. En ningún caso y
circunstancia grite ¡es un terremoto! , que puede alimentar el miedo de otros.
Mejor gritar ¡A cubierto! que puede ayudar a que alguien salve su vida
situándose en un lugar seguro.
Su respuesta dependerá de donde se
encuentre cuando ocurra el terremoto. Consideramos a continuación las
circunstancias más probables:
Dentro
de un edificio:
Continúe dentro hasta que acabe el
terremoto.
Aléjese de todo objeto que pueda caerle
encima. Aléjese también de ventanas o espejos que cuyo cristal pueda estallar y
cortarle.
Evite pasar debajo de puertas con
ventanales encima del marco de la puerta.
Busque una mesa o mueble sólido y métase
debajo.
Si encuentra un pasillo, un pilar, una
esquina de la sala o el marco de una puerta (siempre que no tengan un ventanal
encima) siéntese en el suelo, flexionando y levantando las rodillas para cubrir
su cuerpo y proteja la cabeza con las manos. Si tiene un libro, periódico,
casco, un cojín o algo con qué cubrir la cabeza, hágalo inmediatamente.
En
casa: Siga las recomendaciones anteriores pero además:
Si está en la cocina, salga
inmediatamente de ella. Es el cuarto más peligroso de su casa por el gran
número de objetos que hay en los armarios y que pueden caer.
Si está descalzo (en la cama, ducha,
etc.), arroje una manta o toalla al suelo y ande arrastrando los pies sobre
ella para evitar cortes con cristales rotos. Procure meterse bajo la cama hasta
que pase el terremoto.
Si está en una silla de ruedas, bloquee
las ruedas y cubra su cuerpo doblándose sobre sí mismo y cubriendo su cuello y
cabeza con las manos, manta u otro objeto que tenga a mano.
En
un edificio público (supermercado, cine, biblioteca, etc):
No corra despavorido hacia la salida. Se
puede crear una avalancha humana que con toda probabilidad provocará más
heridos que el propio terremoto.
Aléjese de ventanas o puertas de
cristal.
Si está en el cine o el teatro échese al
suelo, de rodillas, cubriendo su cabeza y cuello con las manos. Procure además
realizarlo en el hueco de su butaca, de manera que sus vecinos puedan hacer lo
propio en sus respectivos huecos.
En espacios con estanterías
(bibliotecas, archivos, supermercados, etc.) salga de los pasillos donde se
encuentran las estanterías y agáchese, de rodillas, cubriendo su cabeza y
cuello, junto a los laterales de las estanterías.
En la escuela haga que los niños y
estudiantes se arrodillen debajo de su pupitre, poniéndose un libro sobre la
cabeza.
Si
se encuentra en un vehículo conduciendo:
Detenga lentamente el vehículo, en el
arcén de la carretera.
No pare nunca debajo o sobre la
plataforma de un puente. Tampoco junto a postes.
No salga del vehículo hasta que termine
el terremoto.
Procure no bloquear la carretera.
Si
se encuentra en la calle:
Aléjese de edificios, carreteras, postes
o árboles. Busque sitios abiertos.
Si no tiene cerca un sitio abierto,
cúbrase en el zaguán de la casa más próxima, preferentemente bajo el marco de
la puerta de entrada, sin penetrar en el hall de la vivienda.
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