Soy un eterno enamorado de la Educación y lucharé para que los niños y las niñas de mi Patria tengan una Educación que los enseñe a pensar y no a obedecer. Adicionalmente compartiré información de crecimiento personal, espiritual y profesional. Siempre defenderé la loable profesión de ser MAESTRO, pues no cabe la menor duda que es la docencia la madre de todas las profesiones.
Radio Dubén Stereo.
miércoles, 18 de noviembre de 2020
domingo, 14 de junio de 2020
lunes, 1 de junio de 2020
jueves, 28 de mayo de 2020
sábado, 23 de mayo de 2020
lunes, 18 de mayo de 2020
Escuela como espacio de vida. Por el Profesor Humberto González.
Revisando un cuadernillo publicado por Unesco sobre
respuestas ante el bullying homofóbico, me encuentro en la Introducción un párrafo
que seguramente se repite en otros textos:
"Asistir a la escuela o universidad es más que
simplemente aprendizaje, es también importante para el desarrollo social y
psicológico de las personas jóvenes y debería proporcionar un ambiente
protegido y estructurado, que provee apoyo emocional y la oportunidad de
interactuar con sus pares."
Si uno lo lee de pasada, parece obvio y sigue como si nada.
Pero en ese párrafo hay muchas cosas que merecen conversarse en profundidad,
discutirse y comprenderse. Cosas que valdría la pena que fueran temas centrales
en la formación inicial y permanente de las y los docentes. Los asuntos que
quiero resaltar pueden resumirse en tres:
1) el aprendizaje en la escuela no puede reducirse al
aprendizaje de unas materias o a temas específicos de un "programa",
se trata del desarrollo social y psicológico de las personas, del desarrollo
individual y colectivo de las potencialidades humanas para la vida en común; 2) esos aprendizajes para la vida en común no son un asunto
meramente individual, son aprendizajes que se adquieren y desarrollan en la
interacción social y no son adquiridos solamente por cada individuo sino que
también son aprendizajes adquiridos por el colectivo, que crean bases para la
transformación del presente, para la construcción de vida buena para todas y
todos; y
3) la escuela es un espacio de la vida social donde
transcurre buena parte de la vida de las "personas jóvenes" (niñas,
niños, adolescentes), no se trata sólo de prepárales para un futuro sino
también de ofrecer condiciones para una vida buena en el presente, de
garantizar un espacio bueno para nuestras niñas, niños y jóvenes.
Cada uno de estos tres asuntos merecería una ilustración,
intentando entendernos para cambiar lo que hoy es en gran medida nuestra
educación y nuestra escuela (sea de educación inicial, primaria, media o
universitaria).
La expresión "es más que simplemente aprendizaje"
nos lleva a preguntarnos qué entendemos por aprendizaje. Como todas las
palabras, "aprender" quiere decir muchas cosas, la usamos con
sentidos distintos. Decimos que aprendemos, cuando conocemos un hecho, nos
informamos de algo que antes no sabíamos, cuando alguien dice: "todos los
días se aprende algo" usualmente se refiere a la adquisición de una
información. Este es el sentido más usual. Pero cuando se habla de aprender en
la escuela muchos ya dan por entendido que no solamente se trata de informarse,
sino de apropiarse de capacidades, desarrollar nuestras potencialidades; y
entonces, aprender se usa más bien como en aprender a leer y escribir, aprender
a contar o a sumar y, más ambiciosamente, como en aprender a pensar
críticamente, aprender a entender relaciones, aprender a vivir con los demás, o
aprender a apreciarse a uno mismo, aprender a manejar (una bicicleta, un carro
o un camión)... El abanico de sentido de los aprendizajes a veces se resume en
las expresiones popularizadas por el Informe Delors: "aprender a
ser", "aprender a conocer", "aprender a hacer" y
"aprender a convivir". El papel de la escuela y del aprendizaje escolar,
lo entendía Simón Rodríguez como, nada más y nada menos, el de "crear
voluntades". Si se trata de una
escuela para aprender a vivir, ¿no es acaso eso "desarrollo social y
psicológico"?
Pero, la presión social más permanente en la vida real es
para que en la escuela se "aprendan cosas". El aprendizaje, en lo
cotidiano del aparato escolar se parece más al aprendizaje de las materias que
al aprendizaje de la vida y al desarrollo de las potencialidades. Y entonces
uno se encuentra, más frecuentemente, con maestras y familias que entienden que
lo más importante es saberse algo, hacer la tarea, saberse la tabla, conocer
los nombres de las capitales, enumerar obras de Reverón o resolver unas
divisiones difíciles. Y eso se premia. Lo contrario se castiga. Aunque después
se espere que la gente se desenvuelva en sociedad, que sea consciente, que lea
bien y entienda, que se exprese con sus propias palabras.
Cuando se dice que no es simplemente aprendizaje, se
subraya que no es simplemente aprendizaje de materias y cosas, sino que se
trata de desarrollo social y psicológico, o mejor, que se trata del desarrollo
de las personas; un desarrollo que, por cierto, no puede ser solamente
individual, o ¿es que acaso se puede aprender a convivir (que es vivir en
sociedad, con los demás, en relación de respeto, afecto, solidaridad) solo o
sola? Este aspecto es más difícil de entender aunque sea evidente. La
dificultad radica en el peso de la idea de que cada quien aprende por su
cuenta, idea reforzada por las notas (la escuela de la vida real es
fundamentalmente una institución evaluadora). La escuela se piensa, esta es la
idea predominante aunque se escriba lo contrario en intenciones y programas,
como una actividad homogénea y masificada (la misma clase y las mismas tareas para
todas y todos) pero, a la vez, individualizante, donde cada quien se vale por
sí mismo o por sí misma, contra los demás; si se duda de esto piénsese en, por
ejemplo, que muchas y muchos de nuestros buenos y buenas estudiantes terminan
rechazando los trabajos en equipo o entendiéndolos como la suma de los trabajos
individuales; o en que muchas y muchos no puedan entender cómo jornada de
aprendizaje una dirigida a compartir, apreciar la naturaleza o el arte, sin una
inmediata y posterior tarea individual dirigida a la evaluación por parte de la
profesora o el maestro. Ese ambiente de masificación individualista que
parecería a primera vista contradictorio es consistente con el de ciudades en
que hay multitudes en la calle haciendo más o menos lo mismo pero sin que nadie
se preocupe por nadie.
La reducción de los aprendizajes a objetivos y actividades
evaluables, es consistente con la visión de la escuela como espacio alienado,
de masificación y promoción del individualismo (del sálvese quien pueda). Ambas
características son también consistentes con una visión de la escuela como
momento de aislamiento, de separación o suspensión de la vida, donde se va a
hacer " lo que se tiene que hacer", donde se postergan los propios
intereses para cumplir con la promesa de un beneficio futuro y posterior al
aprendizaje. Nada más parecido al trabajo alienado, ese donde se vende la
fuerza de trabajo (el tiempo y el esfuerzo) a cambio de dinero; donde no se
trabaja para producir bienes o servicios para el beneficio colectivo, donde no
hay por tanto valor de lo que se hace sino después, cuando se dispone del
dinero y el propio tiempo para vivir (que es hacer lo que uno quiere o lo que
para uno tiene sentido). La escuela como postergación supone que el aprendizaje
escolar no es parte de la vida.
Podemos imaginar una escuela que sea parte significativa y
valiosa de la vida, cuyo centro sea la gente, la sensibilidad, la comprensión,
la convivencia, el diálogo, el debate argumentado, el desarrollo de tareas
interesantes que se corresponden con la curiosidad, necesidad e intereses de
quienes aprenden, lugar para el ejercicio de la creatividad y la participación,
para la convivencia y el trabajo solidario... Sabemos que en las aspiraciones
de la mayoría de maestras y maestros esto está presente, aunque se tropiece
constantemente con el edifico real de un sistema que camina por otro lado,
mientras no lo cambiemos en concreto.
Humberto
J. González Silva
hgonzalezs@gmail.com
domingo, 17 de mayo de 2020
viernes, 17 de abril de 2020
jueves, 16 de abril de 2020
jueves, 9 de abril de 2020
sábado, 4 de abril de 2020
La Educación Laica y la Semana Santa
Hoy para
muchas y muchos es un sábado previo a un domingo cualquiera, para otras y otros
es un sábado que antecede a un domingo especial sobre todo para los cristianos
y las cristianas, ya que mañana es DOMINGO DE RAMOS y con este día se inicia la
Semana Santa, conocida como Semana Mayor, que es un período de ocho días que
comenzará dentro de pocas horas y culminará con el Domingo de Resurrección. Con
la Semana Santa, el cristiano y la cristiana conmemoran el Triduo Pascual, es
decir, los momentos de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo.
Pero en el
caso de las Maestras y los Maestros en Venezuela debemos recordar que la Constitución
Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) señala en su artículo
59 que el Estado garantizará la
libertad de religión y de culto. Toda persona tiene derecho a profesar su fe
religiosa y cultos y a manifestar sus creencias en privado o en público,
mediante la enseñanza u otras prácticas, siempre que no se opongan a la moral, a
las buenas costumbres y al orden público. Se garantiza, así mismo, la
independencia y la autonomía de las iglesias y confesiones religiosas, sin más
limitaciones que las derivadas de esta Constitución y de la ley. El padre y la
madre tienen derecho a que sus hijos o hijas reciban la educación religiosa que
esté de acuerdo con sus convicciones. Nadie podrá invocar creencias o
disciplinas religiosas para eludir el cumplimiento de la ley ni para impedir a
otro u otra el ejercicio de sus derechos.
Adicionalmente
en el Artículo 7 de la Ley Orgánica de Educación (LOE)
establece que el Estado mantendrá en
cualquier circunstancia su carácter laico en materia educativa, preservando su
independencia respecto a todas las corrientes y organismos religiosos. Las
familias tienen el derecho y la responsabilidad de la educación religiosa de
sus hijos e hijas de acuerdo a sus convicciones y de conformidad con la
libertad religiosa y de culto, prevista en la Constitución de la República.
Por tal
motivo es necesario que nuestras asignaciones educativas y evaluativas para esta
particular semana, que estará inmersa en una cuarentena social, comunitaria
y voluntaria, por la pandemia del coronavirus, deben ser reflejo del
respeto a la libertar de religión o culto que profesan o practican nuestros
estudiantes; así que evitemos establecer actividades o estrategias de
evaluación que pudieran agredir las creencias de cada una de ellas y ellos,
además de sus familiares y que de no ser así también pudieran contradecir la educación
laica que está consagrada en la normativa legal vigente en nuestro
país.
En conclusión
les sugiero que: ¡Fomentemos la
espiritualidad y respetemos la religiosidad!
NOTA: Las
instituciones educativas que prestan un servicio educativo basado en la religión
católica/cristiana es otra realidad donde los padres, madres, representantes
y/o responsables reconocen y aceptan dicha formación al momento de formalizar
la inscripción de su hijo, hija o representado en alguna de estas
instituciones.
miércoles, 25 de marzo de 2020
sábado, 21 de marzo de 2020
viernes, 20 de marzo de 2020
¿Qué dice la LOPNNA con respecto a la publicación y/o divulgación de Imágenes, Fotos o Vídeos de Niñas, Niños y Adolescentes en las Redes Sociales?
Artículo 65. Derecho al Honor, Reputación, Propia Imagen, Vida Privada
e Intimidad Familiar. Todos los niños y adolescentes tienen derecho al honor,
reputación y propia imagen. Asimismo tienen derecho a la vida privada e
intimidad de la vida familiar. Estos derechos no pueden ser objeto de
injerencias arbitrarias o ilegales.
Parágrafo Primero: Se prohíbe exponer o divulgar, a través de cualquier
medio, la imagen de los niños y adolescentes contra su voluntad o la de sus
padres, representantes o responsables. Asimismo, se prohíbe exponer o divulgar
datos, imágenes o informaciones, a través de cualquier medio, que lesionen el
honor o la reputación de los niños y adolescentes o que constituyan injerencias
arbitrarias o ilegales en su vida privada o intimidad familiar.
Parágrafo Segundo: Está prohibido exponer o divulgar, por cualquier medio,
datos, informaciones o imágenes que permitan identificar, directa o
indirectamente, a los niños y adolescentes que hayan sido sujetos activos o
pasivos de hechos punibles, salvo autorización judicial fundada en razones de
seguridad u orden público.
Dicho esto la invitación es a dejar de estar publicando las fotos, imágenes o vídeos de las niñas, niños y adolescentes en internet durante estos días de cuarentena social y comunitaria por la pandemia del Covid-19. Tomen fotos a las actividades o desde un ángulo donde no aparezca el rostro de ellas y ellos.
¡Cuidemos a nuestras niñas, niños y adolescentes!
miércoles, 18 de marzo de 2020
lunes, 16 de marzo de 2020
sábado, 14 de marzo de 2020
Biografía del Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa
El Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa fue un personaje de
una intensa y amplia labor en pro de la mejora de la educación venezolana en el
siglo XX, motivo por el cual se le considerara como el "Maestro de
Maestros". Nació en el Sector El Copey, ubicado en La Asunción (Actual
capital del estado Nueva Esparta), un 14
de marzo de 1902. Como político fue fundador de diversas organizaciones
partidistas, entre ellas AD (1941) y el MEP. Fueron sus padres Loreto Prieto
Higuerey y Josefa Figueroa. Realizó los estudios primarios en la Escuela
Federal Graduada Francisco Esteban Gómez de su ciudad natal (1918). En la misma
inició sus estudios de secundaria en el Colegio Federal hasta que en 1925 se
traslada a la capital donde se gradúa de bachiller en el liceo Caracas (1927)
que dirigía el maestro Rómulo Gallegos. En 1934 egresa de la Universidad
Central de Venezuela, con el título de doctor en ciencias políticas y sociales.
A partir de este momento, inició una intensa actividad política que lo llevó a
ser cofundador de diversas organizaciones partidistas: Organización Venezolana
(Orve, 1936), Partido Democrático Nacional ( PDN, 1936), Acción Democrática
(AD, 1941), del que fue secretario general (1958-1959) y presidente desde 1963
hasta 1967 cuando se separó del mismo y se convierte en presidente-fundador del
Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), hasta su muerte.
En cuanto a los diversos cargos públicos que ocupó, tenemos
que fue senador por el estado Nueva Esparta (1936-1941; 1959-1969), presidente
del Consejo Permanente de Cultura del Senado (1974-1979). Entre 1962 y 1967 fue
presidente del Congreso de la República. Antes de esto había sido secretario
general de la Junta Revolucionaria de Gobierno (1945-1948) y ministro de
Educación (1947-1948). Como consecuencia del Golpe de Estado del 24 de
noviembre de este último año fue enviado al exilio. Hasta el momento de su
regreso al país, a raíz del restablecimiento de la democracia el 23 de enero de
1958, se dedicó a la labor educativa en el exterior como jefe de misión al
servicio de la UNESCO, primero en Costa Rica (1951-1955) y luego en Honduras
(1955-1958). Durante este tiempo, fue también profesor de la Universidad de La
Habana (1950-1951).
En su labor como jurisconsulto integró la Comisión
Redactora del Proyecto de Constitución Nacional (1936) y de la Carta Magna de
1961. Asimismo, fue coautor del primer proyecto de Ley de Educación (1948) y de
la Ley de Educación vigente, promulgada el 9 de julio de 1980. En 1986 formó
parte de la Comisión Presidencial del Proyecto Educativo Nacional coordinada
por el doctor Arturo Uslar Pietri. Uno de los principales aportes teóricos de
Prieto sobre la educación, fue la tesis del Estado docente, la cual elaboró a
partir del concepto Estado social de Hermann Heller, de la escuela política
alemana. Esta tesis la expuso Prieto Figueroa en una conferencia dictada en la
escuela normal Miguel Antonio Caro (agosto 1946), en los siguientes términos:
"Todo Estado responsable y con autoridad real asume como función suya la
orientación general de la educación. Esa orientación expresa su doctrina
política y en consecuencia, conforma la conciencia de los ciudadanos". De
acuerdo con lo anterior, la educación debía responder al interés de la mayoría
y en tal sentido habría de ser democrática, gratuita y obligatoria combinando
la igualdad de oportunidades y la selección sobre la base de las capacidades
del individuo.
Prieto Figueroa tuvo también una destacada labor como
pionero del gremialismo. En tal sentido, en 1932 fundó la Sociedad de Maestros
de Instrucción Primaria y en 1936 la Federación Venezolana de Maestros (FVM).
En 1937 y hasta 1942 mantuvo en el diario Ahora, de Caracas, su página "La
escuela, el niño y el maestro". Además de este diario, por muchos años
publicó sus colaboraciones en diversos órganos tanto de la capital como del interior
del país. Selecciones de sus artículos fueron recogidas en los libros: Las
ideas no se degüellan (1980), Pido la palabra (1982) y Mi hermana María
Secundina y otras escrituras (1984). Además de los aspectos anteriores, Prieto
tuvo otras iniciativas de carácter institucional: Consejo Nacional de
Universidades; Patronato de Roperos Escolares y Comedores Escolares; la primera
escuela de Teatro de Venezuela (1947); el Taller Libre de Arte (1948); el
Instituto de Profesionalización del Magisterio (1947), actual Instituto de
Mejoramiento Profesional; adscribió la Radio Nacional, fundada en 1946, al
Ministerio de Educación (1947), modernizando sus instalaciones. En este último
año incrementó la subvención por parte del Estado a la Orquesta Sinfónica de
Venezuela, subvención existente desde 1936, e impulsó la creación del Servicio
de Investigaciones Folklóricas Nacionales y el órgano divulgativo del mismo, la
Revista Venezolana de Folklore, cuyo primer número corresponde al lapso
enero-junio de 1947.
El 8 de abril de 1947 firmó el decreto para la edición de
las Obras Completas del Libertador, compiladas por Vicente Lecuna que
circularon el mismo año, y creó la Comisión Organizadora de las Obras Completas
de Andrés Bello. Mediante una resolución del 10 de julio del mismo año,
transformó la vieja Escuela de Artes y Oficios para Hombres en Escuela Técnica
Industrial. En 1959 creó el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE).
Sus libros reúnen sus preocupaciones políticas, pedagógicas y sociales. En 1984
fue incorporado como individuo de número de la Academia Venezolana de la
Lengua. En 1986 comenzaron a publicarse sus Obras Completas, de las cuales
llegaron a circular sólo 2 volúmenes.
Falleció en la ciudad de Caracas un 23 de abril de 1993,
dejando un legado que las maestras y los maestros en Venezuela siempre tenemos
muy presentes.
Biografía base gracias
www.venezuelatuya.com
jueves, 12 de marzo de 2020
martes, 10 de marzo de 2020
viernes, 6 de marzo de 2020
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