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miércoles, 1 de agosto de 2018

ACEITE DE LAVANDA


Este no es un tema pedagógico-educativo pero quise compartir con ustedes una información sobre el aceite esencial de Lavanda, considerado el rey de los aceites esenciales por sus múltiples propiedades, beneficios y aplicaciones, es el único aceite esencial que no debe faltar en el hogar y el primero al que se puede recurrir en caso de duda.

¿Qué es el aceite esencial de Lavanda?
Este aceite esencial se consigue destilando la Lavanda (Lavandula officinalis), un arbusto procedente de los países mediterráneos de Europa y África, con ramas espigadas y flores de color morado de olor muy agradable y preciado. Las más antiguas civilizaciones ya utilizaban esta planta a través de distintos procedimientos para aprovechar sus muchas propiedades terapéuticas y su magnífica fragancia en perfumes y productos de cosmética.
De hecho, la aromaterapia moderna se definió como tal gracias a la lavanda, cuando un químico francés llamado Rene Maurice Gattefossé se quemó la mano y utilizó este aceite esencial para recuperarse, con un resultado tan sorprendente que a partir de entonces toda su vida se centró en el estudio terapéutico de los aceites esenciales.
El aceite esencial de Lavanda es uno de los más versátiles y polivalentes, por eso, a aquellas personas que se inician en el mundo de la aromaterapia, se les recomienda que empiecen a experimentar con este aceite esencial.
Además, es una de las pocas esencias (junto con la manzanilla y el árbol del té) que se pueden aplicar en la piel sin diluir en otra sustancia conductora, aunque no debemos olvidar que, en cualquier caso, siempre emplearemos una mínima cantidad de gotas.
Otro de los motivos por los que no debe faltar en un botiquín casero y natural es que cualquier mezcla que realicemos a base de aceites esenciales, arcillas, aceites vegetales, etc, se verá enriquecida con la incorporación de unas gotas de aceite esencial de lavanda. Esta esencia tiene la capacidad de potenciar el efecto de todos los demás aceites. Por ello, es aconsejable añadir unas gotas de lavanda a cualquier tratamiento natural que estemos llevando a cabo, siempre teniendo en cuenta las precauciones básicas en el uso de los aceites esenciales.

Propiedades del Aceite esencial de Lavanda
Antiséptica: Está ampliamente demostrada la capacidad del aceite esencial de lavanda para enfrentarse a virus y bacterias, y por lo tanto a infecciones de todo tipo. Puede servirnos perfectamente para tratar infecciones de la piel, pero también para problemas de otra índole relacionados con virus y bacterias.
Sedante: La fama del aceite esencial de lavanda como magnífico relajante se extiende hasta las civilizaciones más antiguas, que ya la utilizaban en baños e inhalaciones para aliviar síntomas de nerviosismo, depresión o insomnio.
Analgésica: El aceite esencial de lavanda tiene la capacidad de reducir el dolor y la inflamación, especialmente cuando se trata de afecciones dermatológicas, dolores musculares o contusiones.
Antiespasmódica: Su poderoso efecto antiespasmódico resulta particularmente útil en caso de infecciones leves de garganta y bronquios.
Antiinflamatoria: Junto con el aceite esencial de árbol del té y el de manzanilla, la acción antiinflamatoria del aceite esencial de lavanda reduce y alivia cualquier síntoma provocado por infección, contusión o congestión sanguínea.
Regeneradora: Esta esencia nos ayudará a mantener la piel en un estado óptimo y a regenerar cualquier zona dañada por quemaduras, anomalías de la piel, acné, dermatitis o envejecimiento prematuro.
Potenciadora: El aceite esencial de lavanda potencia los efectos y propiedades de todos los aceites esenciales, por lo que conviene añadir unas gotas a cualquier mezcla que elaboremos.

 ¿Para qué sirve el aceite esencial de Lavanda?
Para la piel
Arrugas: Sin caer en el error de pensar que un producto (sea natural o no lo sea) va a eliminar las arrugas de nuestra piel, lo cierto es que el aceite esencial de lavanda es uno de los más revitalizadores que existe, y por ello contribuye a acelerar el proceso de regeneración celular y a mantener el tejido firme. Consulta cómo elaborar un producto natural antiarrugas utilizando los mejores aceites vegetales y esenciales para pieles envejecidas. .
Acné: Si hemos sufrido o estamos sufriendo un proceso de acné, el aceite esencial de lavanda, junto con otros aceites vegetales y esenciales para pieles acnéicas, nos ayudará a desinfectar las zonas congestionadas, a depurar la circulación sanguínea y linfática y a reducir el dolor y la inflamación causadas por esta afección de la piel. Mejor si se combina con otros remedios caseros naturales para el acné y mascarillas antiacné.
Heridas y quemaduras leves: Tanto para regenerar como para desinfectar una herida o quemadura, podemos utilizar unas gotas de esta esencia directamente sobre la zona dañada. Recuerda que hoy en día conocemos la aromaterapia gracias al efecto milagroso que produjo este aceite esencial en el químico francés Rene Maurice Gattefossé. Consulta un remedio casero y eficaz para heridas y quemaduras usando aceite esencial de lavanda.
Dermatitis: La dermatitis sigue siendo a día de hoy un terreno bastante impredecible y sorprendente incluso para la ciencia médica, entre otras cosas por el efecto que parece ejercer sobre esta enfermedad los cambios emocionales. En cualquier caso, y sin olvidar la prescripción médica ante todo, el aceite esencial de lavanda es muy seguro que parece ejercer un poderoso efecto calmante en cualquier tipo de afección de la piel. No obstante, siempre es aconsejable realizar una pequeña prueba en el antebrazo o en una zona no dañada y esperar unas horas hasta comprobar que no existe reacción adversa. Consulta cuáles son los mejores aceites vegetales y esenciales para pieles sensibles y cómo elaborar una crema natural para dermatitis de lavanda.
Varicela: La lavanda es esencial en cualquier remedio natural efectivo para la varicela, sobre todo para aliviar los picores y el escozor que causan las vesículas y reducir el tiempo de desarrollo de la enfermedad.
Para la higiene personal
Baños de lavanda: Cada vez que nos hagamos un baño relajante o un tratamiento de spa casero, podemos desinfectar el cuerpo y la mente añadiendo 10 gotas de aceite esencial de lavanda. Su agradable fragancia nos proporcionará paz y alegría, y sus múltiples propiedades harán efecto mientras te relajas escuchando música agradable.
Infecciones ginecológicas: Siempre teniendo presentes las instrucciones del personal médico, cualquier infección ginecológica puede verse mejorada gracias a la acción antiséptica de este magnífico aceite esencial incorporando tres o cuatro gotas al agua del bidé.
Desodorante: Puesto que tiene un aroma tan agradable, podemos sustituir nuestro desodorante habitual (especialmente si contiene sustancias tóxicas) por una mezcla de aceites vegetales añadiendo unas gotas de aceite esencial de lavanda que mantendrá su fragancia en nuestro cuerpo proporcionándonos una agradable sensación de frescor.
Para catarros y bronquitis leves
Hacer baños de vapor e inhalaciones con aceite esencial de lavanda ayuda a expectorar y a relajar el sistema respiratorio en catarros y bronquitis. También podemos añadir unas gotas a un humidificador ambiental o en la almohada cuando vamos a dormir. Es particularmente eficaz en caso de tos infantil, cuando a los peques les entran esos terribles ataques de tos compulsiva.
Para el sistema nervioso
Bebés y Peques: Uno de los remedios naturales más efectivos para calmar el nerviosismo de un bebé o niño es añadir una gota de lavanda en la almohada donde vaya a dormir. Es un efectivo sedante y su agradable aroma relajará la agitación acumulada durante el día.

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