El Día Mundial del Ambiente fue establecido por la Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas el 5 de junio de 1972, para
marcar el inicio de la Conferencia de Estocolmo sobre el Ambiente. Otra
resolución adoptada por la Asamblea General ese mismo día dio origen a la
creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El Día Mundial del Ambiente es un evento de personas y
organizaciones con actividades multicolores, como concentraciones en las
calles, conciertos ecológicos, ensayos y competencias de carteles en las
escuelas, plantaciones de árboles, campañas de reciclado y de limpieza.
El Día Mundial del Ambiente es también un evento multimedia
que inspira a miles de periodistas a escribir y hacer reportajes entusiastas y
críticas acerca del medio ambiente. Es un acontecimiento visual con
documentales televisivos, exhibiciones fotográficas y desplegados, así como un
evento intelectual para aquellos que organizan y participan en seminarios,
mesas redondas y conferencias. En muchos países esta celebración brinda una
oportunidad de firmar o ratificar convenios internacionales y, algunas veces,
conduce al establecimiento de estructuras gubernamentales permanentes
relacionadas con el manejo ambiental y la planeación económica.
En otro orden de ideas es importante resaltar que más de 20
millones de hectáreas de bosques se pierden en el mundo anualmente, ello sin
incluir las grandes extensiones que son degradadas por prácticas forestales
destructivas, sobre aprovechamiento forestal, contaminación, sequías y minería,
entre otros.
El planeta ha perdido alrededor del 33% de sus ecosistemas
naturales en los últimos 30 años, al tiempo que la presión sobre la tierra se
ha incrementado en más del 50% durante el mismo período de tiempo,
principalmente debido al aumento en los patrones de consumo sobre los recursos
naturales renovables y la contaminación.
Estos indicadores aportados por el Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente – PNUMA, el Fondo Mundial para la Naturaleza –
WWF y el Centro Mundial de Monitoreo de la Conservación – CMMC, resaltan que
“tales presiones exceden la capacidad de regeneración que posee la biosfera de
nuestro planeta para recuperarse, con lo cual estaríamos encaminándonos a una
inminente debacle ambiental, de no lograrse un cambio sostenible en los
patrones de consumo de los recursos naturales”, señaló Diego Díaz Martín,
Presidente de la organización no gubernamental VITALIS. “De continuar tales amenazas
sobre, nuestro planeta perdería alrededor del 75% de sus ecosistemas naturales
para el año 2.050”, puntualizó.
Cada segundo, media hectárea de bosques es destruida, las
emisiones globales de dióxido de carbono sumaron a fines de los 90 alrededor de
25 mil millones de toneladas, casi doblada la cantidad que se registró en 1950
y todavía más de 4 mil millones de seres humanos carecen de agua.
A todo ello debemos agregar el efecto que ha tenido el
acelerado crecimiento poblacional, que alcanza en el presente año a más de seis
mil millones de personas que demandan espacio, comida y energía, con la
correspondiente generación de residuos de todo tipo, incluyendo algunos
altamente contaminantes
Cada año desaparecen miles de especies y con ellas nuevas
posibilidades de cultivos agrícolas, productos industriales o medicinas. Con la
pérdida de diversidad, aumenta la uniformidad, la dependencia de unas pocas
variedades de plantas para alimentarnos, y sobre todo crece la vulnerabilidad
ante las pestes y las enfermedades. La biodiversidad se pierde debido al
deterioro y fragmentación de los hábitats, a la introducción de especies, la
explotación excesiva de plantas, animales y peces, la contaminación, el cambio
climático, la agricultura y repoblaciones forestales con monocultivos de rápido
crecimiento.
Un total de 11 046 especies de plantas y animales están
amenazadas, y enfrentan un alto riesgo de extinción en el futuro cercano, en
casi todo los casos como resultado de la actividad humana. Esto incluye el 24
por ciento de las especies de mamíferos y el 12 por ciento de las especies de
aves. El número total de especies amenazadas de animales se estima en al menos
5.435.
La pérdida y degradación del hábitat afecta al 89 por
ciento de todas las aves amenazadas, 83 por ciento de los mamíferos, y 91 por
ciento de las plantas amenazadas que han sido evaluadas. Los hábitats con el
mayor número de mamíferos y aves amenazados son los bosques pluviales
tropicales de tierras bajas y de montaña. Los hábitats de agua dulce son sumamente
vulnerables y contienen muchas especies amenazadas de peces, reptiles, anfibios
e invertebrados.
En los últimos 500 años, la actividad humana ha llevado a
816 especies a la extinción en vida silvestre. El aumento del número de aves
que se sabe están extintas se debe en parte a una mejor documentación de los
casos y a nuevos conocimientos, pero desde 1800 se han extinguido 103 especies,
lo cual indica que la tasa de extinción es 50 veces mayor que la tasa natural.
Muchas especies desaparecen aún antes de ser descubiertas.
Un estudio de Conservación Internacional mostró que el
23,9% de los sistemas biogeográficos de la Tierra han sido completamente
transformados por el hombre (el 36,3% si se excluyen las superficies heladas,
de roca y los desiertos), el 24,2% parcialmente y sólo quedan bien conservados
el 51,9%, cifra que se reduce a sólo el 27% si se exceptúan las superficies
estériles.
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