Aunque fue el 15 de enero de 1932 cuando se crea la Sociedad
Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria, razón por la cual hoy
celebramos el día del maestro, no fue sino hasta el año 1945, específicamente el
13 de enero de ese año cuando el presidente Isaías Medina Angarita decreta el
15 de enero como día del maestro en Venezuela, fecha propicia para honrar a
quienes lucharon gallardamente en plena
dictadura gomecista (época muy difícil), donde la persecución, la hostilidad y
las condiciones políticas eran muy duras, y lograron no solo superar las adversidades
sino que pudieron constituirse como un colectivo que entre otras cosas permitiría
reivindicar esta loable profesión además de organizar las luchas en defensa de
sus ideales, los cuales estaban impregnados del pensamiento y el espíritu
irreverente del Maestro Simón Rodríguez, y portadores de las innovaciones
educativas, donde sobresale el espíritu de la Escuela Activa o Nueva. Entre esos
maestros y esas maestras podemos mencionar a: Luis Beltrán Prieto Figueroa, Miguel
Suniaga, Víctor M. Orozco, Rosa de Vanegas, María Teresa Landaeta, Margot Lares,
José Antonio López, Santiago Schenelle, Luis Padrino, entre otras y otros,
siendo el Maestro Prieto el principal líder (aunque no fue el primer presidente
de la sociedad) y quien según cuenta la historia fue el creador del nombre de
esa reciente organización o sociedad de Maestras y Maestros.
Quiere decir que para este año 2020 se cumplen 88 años de
la creación de la otrora Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción
Primaria y 75 años del decreto del día del maestro y la maestra en Venezuela.
Sin embargo es importante resaltar que para el año 1952, en la dictadura del
General Marcos Pérez Jiménez, esta celebración fue movida para el 29 de
noviembre, en el marco del natalicio del Maestro Don Andrés Bello, por su
condición de maestro del Libertador, situación esta que llevó al Maestro Prieto
desde el exilio a rechazar dicho cambio de la celebración, sin dejar de
reconocer el mérito y el respeto hacia Don Andrés Bello; pero fue a partir de
1959 cuando vuelve a la fecha fijada por
el presidente Medina Angarita, ya que así fue establecido durante la transición
del Profesor Edgar Sanabria quien se desempeñó como Secretario de la Junta de
Gobierno y presidente provisional hasta que tomara posesión el nuevo presidente
electo (quien fue posteriormente Rómulo Betancourt).
Yo por mi parte este 15 de enero quiero agradecerle a la
vida y al todopoderoso el haberme hecho maestro, y digo haberme hecho porque estoy
convencido que nací maestro, soy maestro y moriré maestro, es una bendición
pues saberme un profesional que construye la patria día tras día y que forma a
los demás profesionales (ya que es la docencia la madre de todas las
profesiones) es un verdadero honor. Espero que mis estudiantes me recuerden
siempre como nuestro Libertador Simón Bolívar a su maestro Simón Rodríguez, es
por ello que les regalo este extracto de una carta de Bolívar a Rodríguez:
“¡Oh, mi maestro! ¡Oh,
mi amigo! ¡Oh, mi Robinson, Ud. en Colombia! ¡Usted en Bogotá y nada me ha
dicho, nada me ha escrito, sin duda Ud. es el hombre más extraordinario del
mundo… Ud., maestro mío, cuánto debe haberme contemplado de cerca aunque
colocado a tan remota distancia. Con que avidez habrá seguido Ud. mis pasos;
estos pasos dirigidos muy anticipadamente por Ud. mismo. Ud. formó mi corazón
para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he
seguido el sendero que Ud. me señaló. Ud. fue mi piloto aunque sentado sobre
una de las playas de Europa. No puede usted figurarse cuán hondamente se han
grabado en mi corazón las lecciones que usted me ha dado; no he podido jamás
borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que usted me ha regalado …
Amigo, si tan irresistibles atractivos no impulsan a usted aun vuelo rápido
hacia mí, ocurriré a un apetito más fuerte: la amistad invoco… ».
Yo por mi parte para despedirme quiero desearle feliz día a
todas y todos mis colegas en nuestro día esperando que sean colmados de
bendiciones espirituales y materiales hoy, mañana y siempre.
Jean
Carlos Dubén Beltrán
Caracas,
15 de enero de 2020
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