¡Regresar a clases siempre será una
Victoria!
La
Educación es la garantía de poder alcanzar la libertad que cualquier ser humano
se merece y necesita, es por ello que ante el inicio de las actividades
escolares para el periodo 2019-2020 quiero expresar mis deseos esperanzadores
de que como dignos herederos y herederas de Bolívar podamos superar todas estas
dificultades por las cuales hoy atraviesa nuestra amada Patria-Matria
Venezuela.
Sabemos
que no va a ser fácil, pero tranquilas y tranquilos que lo que hoy más nos
cuesta, mañana más nos dolerá y por ende valoraremos cada una de las cosas
hechas, luchadas y vividas, permitiendo que en un futuro no muy lejano, no solo
podamos recordar como superamos todas estas barreras, obstáculos, bloqueos y
limitaciones, sino que nuestros estudiantes, nuestra muchachada nos lo
agradecerán. Es propicio el momento para recordar que fue por ellos y por ellas
que un día decidimos ser Docentes, profesión loable, delicada, apostólica y
comúnmente no valorada económicamente hablando, por cierto no existe un maestro
o una maestra rica o millonaria que lo haya logrado con su sueldo de 10 y 25,
los maestros y las maestras históricamente hemos olido y sabido a pueblo, ese
pueblo que hoy resiste con valentía, con gallardía, con temple y de pie,
defendiendo los derechos alcanzados y además sabiendo muy bien de dónde venimos
y hacia dónde vamos. Claro está, no estoy diciendo con esto que no somos
merecedores y/o merecedoras de un salario acorde a nuestra difícil pero hermosa
profesión, pues enseñar no solo es un arte, es una virtud, es un don, es una
bendición, solo digo que sea el salario que sea, nunca será suficiente y mucho
menos será equivalente a la dignidad de ser Maestro o Maestra…, luchemos por
nuestras reivindicaciones salariales sin afectar negativamente a nuestra razón
de ser que son los niños, las niñas, los jóvenes, que ellos y ellas no se vean
perjudicados y si algo los o las llegara a afectar (directa o indirectamente)
que sean nuestras ganas de ser los Maestros y las Maestras que queremos para
nuestros hijos, amigos y familiares, es decir los y las mejores, a pesar de las
dificultades.
A
todos los trabajadores y las trabajadoras del sector educativo les deseo que
para el bien de todos y todas podamos alcanzar cada una de nuestras metas
personales, profesionales, contractuales y/o económicas. Con la más profunda
sinceridad anhelo que las bendiciones espirituales y materiales los y las
colmen a ustedes y sus familias, eso sí, sin perjudicar la atención educativa
de nuestros niños y nuestras niñas, pues para muchos de ellos y muchas de
ellas, la escuela es un lugar seguro, lugar donde a pesar de las vicisitudes
que tengan que atravesar para llegar desde cada uno de sus hogares, sentirán la
alegría de estar en su escuela, una escuela que debe parecerse el país que
queremos y no el que tenemos, como diría el Maestro Pietro.
Juntemos
nuestras fuerzas, luchemos unidos y unidas para ganar-ganar, pues en las
guerras, en los conflictos, en los desastres, nadie gana, absolutamente nadie;
así que comunidad escolar (maestros, maestras, obreros, obreras,
administrativos, organizaciones estudiantiles, madres, padres, representantes,
responsables, cocineras, cocineros, comunidad organizada, entre otras y otros)
es la hora de demostrar de que estamos hechos y hechas, juntos somos
invencibles, pues, para la educación no hay religión, no hay creencias, no hay
dogmas, no hay partidos políticos que
nos dividan, sencillamente respetémonos, así de fácil, nuestros chamos y
nuestras chamas lo demandan, lo exigen y lo necesitan.
Reciban
de mi parte un abrazo victorioso y respetuoso que nos una en este año escolar,
porque solo unidos podemos alcanzar nuestras metas y victorias; recuerden que
en cualquier parte de este hermoso país llamado Venezuela, debe haber un lugar
que salve, que sane, que eduque, que cuide, que proteja, que ame, que tenga las
mínimas condiciones para que las ganas se junten, sí, las ganas de aprender y
las ganas de enseñar (pues para mí, solo cuando se juntan esas ganas, es cuando podemos lograr un aprendizaje victorioso)
ese lugar no es otro que LA ESCUELA, donde regresar y estar siempre será una
VICTORIA.
Prof. Jean Carlos Dubén
¡Orgulloso de ser Maestro!
Septiembre, 2019
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